TARIFAS

martes, 2 de septiembre de 2014

NO es mejor cuanto más duele.

Mucha gente cree que un masaje , para ser efectivo, debe doler y piden que se ejerza más fuerza.




Y aunque yo suelo explicar que no es así y que me avisen si les molesta, llega un momento en que se nota cómo están apretando los músculos del dolor. No se dan cuenta que ante el dolor los músculos se protegen y se contraen más, consiguiendo el efecto contrario al deseado.

De esta manera no solo no consigo acceder al tejido blando como necesito, sino que puede empeorar la contractura e incluso llegar a la rotura de fibras.

El cuerpo se protege de ataques externos; por ejemplo en un esguince, al inhabilitar los ligamentos, los músculos de pie y pierna se contraerán para sustituirlos en su misión de no permitir a la articulación ir más allá de sus posibilidades.

En cuanto al sistema nervioso, el dolor producirá la reacción  de tensar los tejidos blandos , y no solo de la zona que se esté tratando.

Así que mi visión en cuanto al dolor en los masajes , tal y como he ido aprendiendo y experimentando, es que el límite esta cuando comienza un leve dolor pero que aparece junto a la sensación de alivio. Más allá de esto yo no trabajo, ni es recomendable.